miércoles, 29 de octubre de 2014

ENTREVISTA A FERNANDO J. RAMOS (Club Galáctico de Remedios de Escalada)



Fernando J. Ramos (1975) ha vivido en Argentina y EE.UU. En los años noventa comenzó a publicar cuentos de Ciencia Ficción en algunas revistas semiprofesionales. Más tarde trabajó directamente para Ediciones Pulpship, colaborando en distintas áreas, desde traducción a investigación de autores. En 2003 creó junto a su padre, Aníbal Ramos, un club de CF: El Club Galáctico, en Remedios de Escalada, en el sur de la provincia de Buenos Aires. Luego de varias peripecias, el club hoy sigue.

P: ¿Cuándo surgió la idea de un club dedicado a la Ciencia Ficción?
FR: Fue hace unos diez años cuando yo colaboraba con la revista PULPSHIP (Ediciones Pulpship), junto a algunos amigos. Un día vinieron los chicos a almorzar a casa y mientras mi viejo hacía el asado se pusieron a charlar con él. A mi viejo Aníbal le gustaban mucho las aventuras fantásticas, era fanático de las revistas de Columba, de los bolsilibros. Y bueno, ahí medio en serio, medio en broma, fundamos el club, en el 2003, y como ves, con distintos altibajos, sobrevive.

P: Contános someramente la historia del club desde el 2003 a la actualidad.
FR: Con mi papá le pusimos el Club Galáctico, un poco en homenaje a todas las buenas historias espaciales. Los chicos de Pulpship vivían en Lanús y Lomas de Zamora así que venían cada tanto por una cuestión de cercanía, pero el club básicamente éramos el Gordo –como le llamábamos cariñosamente a mi viejo-, yo y cuatro o cinco vecinos del barrio, de acá de Remedios de Escalada. Siempre tratamos de hacer una reunión mensual, aunque no siempre se puede. Hubo un tiempo que por problemas familiares suspendimos las reuniones. Finalmente hace cuatro años mi papá falleció y estuve bastante tiempo inactivo, sin ganas de hacer de nada, solo laburando. Mi viejo donde estuviera era el alma de la fiesta.


P: ¿Querés contarnos cómo era Aníbal?
FR: Bueno, al Gordo, como le decíamos, le gustaba mucho comer. A los chicos de Pulpship les gustaba venir y charlar con él porque era muy divertido, tenía un espíritu juvenil y jodón, y se mandaba unos asados de novela. ¡De novela de ciencia ficción! (risas) Mirá, una anécdota que me acuerdo de él lo pinta de cuerpo entero. Una noche me levanto porque escuché ruidos en la cocina. Era de madrugada y estaba todo a oscuras. De repente prendí la luz y me lo encuentro a mi viejo metiendo la mano en el frasco de galletitas y comiendo como loco. Lo agarré con las manos en la masa. Le dije: “¡Qué hacés!”, y me dice “Nada, comiendo galletitas”. Me quedé parado mirándolo y riéndome y le digo: “Está bien, pero ¿por qué no prendés la luz para comer?”. Era una situación de película. lo que pasa que él tenía miedo que lo pescara mi vieja y lo retara. Así era mi viejo.
  
  Fue fana de las revistas de Columba durante años. Le gustaban las historias de Alfredo Grassi, Ray Collins, Armando Fernández, Robin Wood, sobre todo las de CF y fantásticas. Y nos gustaba ver películas del género en familia, a veces en una reunión del club se hacía eso: veíamos una peli, y por supuesto se comía muy bien. Nunca faltaba la comida. A veces también venían mis familiares.

P: ¿Qué actividades se realizaron durante todos estos años en el club?
FR: Un poco de todo. Al principio laburábamos a la par con la gente de Pulpship, venían y hacíamos investigación de autores o pulps por internet. Después, ya te digo, vimos películas de CF, hicimos reuniones charlando sobre CF, pero principalmente el club siempre funcionó como una reunión de vecinos. El alma del club siempre fue mi viejo, que tenía un humor espectacular; charlaba con todo el mundo. Ahora las reuniones las hacemos una o dos veces por mes y contamos con un corresponsal exclusivo en EE.UU.: mi hermano mayor.
    Hoy todo está intercomunicado y por medio de los avances tecnológicos uno puede comunicarse de distintas maneras en cuestión de segundos, pero a pesar de eso, no hay nada como tener a alguien directamente en el lugar de los hechos, alguien que puede ir a una librería, a un kiosco, averiguar cosas de primera mano. No es lo mismo, te lo aseguro.

P: Ya algo nos contaste sobre el nombre, pero ¿existe alguna razón específica para llamarse así?
FR: No, simplemente el gusto por las aventuras espaciales. Al Gordo le gustaban las películas serie B de Sábados de Super Acción cuando era más joven, esas que transcurrían en planetas lejanos, con monstruos que se comían a los astronautas, ese tipo de cosas… (risas). Ahora yo estaba pensando en rebautizarlo “Club Galáctico Aníbal Ramos” en homenaje a él.


P: Y ahora el club parece haber retomado la actividad.
FR: Un poco, sí. Es que con la aparición de todo este movimiento de revistas de CF nacionales, autores, la Federación… sirvió para relanzarlo y divertirnos. Hasta organizamos nuestra biblioteca; no es muy grande pero tiene varios volúmenes. Los estantes hasta los donó un amigo, y los libros los fuimos consiguiendo; mucha aventura espacial, en inglés y en castellano. Como los integrantes del club somos todos del barrio nunca falta nada, nos conocemos y no tendría sentido que alguno se quedara con algún volumen y no lo devolviera porque lo iríamos a buscar a la casa (risas).

P: Tu relación con la CF es variada porque también escribís.
FR: Sí, soy un pulp writer. Empecé a escribir allá por los ’90 de manera casual, junto a un grupo de amigos de la secundaria; charlábamos y a uno se le ocurrió que podíamos escribir CF.

P: ¿Ya conocías la CF?
FR: Yo viví con mi familia bastante años en EE.UU. Mis padres se fueron en busca de trabajo; yo era muy chico. Pero allá conocí las revistas de CF, hasta los pulps. Allá hay de todo, tenés más material, más de todo. Hay una tradición que se respeta. Ellos guardan todo, acá es al revés: se tira todo lo que se hizo, sin archivar, o se lo roban. Así de simple.

P: Y en los años ’90 comenzaste a publicar. Por lo que uno ve en tu faceta de autor, has evolucionado de manera notoria, desde tus primeros escritos casi en broma como aquel “No hay ángeles en Belgrano” (revista ACRONOS#3, Ediciones Acronos, 1995) a un relato serio, bien estructurado, hiper profesional como “Fugitivos de la Noche Eléctrica” (revista AVENTURAMA#2, Ediciones Argeos, 2009).

FR: Yo no puedo ponerme a hablar de mis cuentos como muchos poetas, escritores o artistas que lo único que hacen cuando les preguntan es hablar de ellos mismos y repetir “Mi carrera” o “Mi nuevo libro blá blá”. No me sale esa careteada. Te puedo decir que me divierte escribir a veces y que la CF pulp es tan loca que es un medio ideal para mí. Ahora vos pensá que desde 1995 a hoy pasaron varios años así que hay lógicamente un cambio en lo que escribo, pero nunca me lo tomo demasiado en serio. Creo que ésa es una buena receta: no ser demasiado serio con esto. No hace falta llevar anteojos o esa fea barba intelectualoide para escribir o leer. Simplemente hay que divertirse con lo que uno hace, disfrutarlo. ●

viernes, 3 de octubre de 2014

Revista Cineficción



De la mano del más grande especialista en cine extraño, Darío Lavia, webmaster del sitio Cinefania y hacedor del legendario Libro de Oro de Cinefania y de Cinefania Macabra, junto a otros colaboradores, llega CINEFICCIÓN (segunda época). Revista tamaño disgest, 15 x 21, 80 págs. descripta por su creador como "una revista ideal para aficionados no superficiales al cine de ciencia-ficción". Desde la Fede propulsamos la publicación y recomendamos su lectura.

Puntos de venta:

Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
- Splatter House (Av. Cabildo 2280, Galería Río de la Plata, Local 53, Belgrano)
- Herjor Cinema (Av. Córdoba 6013, timbre, Palermo)
- Planetary Comics (Av. Corrientes 1382, locales 18-19, Centro)
- Librerías Entelequia (Juramento 2584, 011 4788-4521, Belgrano; Uruguay 341, 011 4372-7282, Centro)
- Librería Santiago Arcos (Puán 467 -frente a la Facultad de Filosofía y Letras-, Caballito)
- Librería Ultraman 63 (Av. La Plata 1421 - Local 9, Boedo)
-Club del Comic, (Montevideo 255)
Próximamente más puntos de venta

La Plata:
- Tienda Pulp (7 # 811 e/48 y 49 Galería Central, Local 6, La Plata)
Mar del Plata (próximamente):
Santa Fe (próximamente):
Córdoba:
- Video Cine Arte Coln (Av. Colon 573, 0351 4250579, Córdoba)
Madrid (España) (próximamente):

- La Mansión del Terror (c/ Tembleque 96, Local C-D 28024 Madrid)
CIENCIA FICCIÓN,
HENDIJA A LA CIENCIA
 por Lucila Albert



 Compartimos con los lectores el artículo escrito por nuestra amiga Lucila Albert que vive en Lanús y es estudiante de Medicina. La presente nota fue escrita originalmente como una monografía en el año 2009 para la que era su escuela secundaria entonces, y explora las nociones más importantes del género con gran lucidez.

I. CIENCIA FICCIÓN, HENDIJA A LA CIENCIA.
     
¿Quién no, alguna vez en su vida, se ha sentido preso de la curiosidad al ver cuántos avances científicos son desarrollados, muchas veces sintiendo cierta impotencia que causa no entender absolutamente nada de los fundamentos teóricos , y mucho menos comprender los procesos que se llevan a cabo para desarrollarlos? Quien se haya sentido parte de este amplio grupo de sujetos en el mundo, no habrá dudado en hallar ciertas respuestas en las ficciones escritas por sus autores, favoritos y no tanto, que pudiesen clarificar lo que la Ciencia estricta no ha logrado…
    También está quien por placer se ha adentrado en mundos estrafalarios que permiten ver una fracción de lo que en la vida real científica se desarrolla… Cualquiera sea el móvil que lleva al ser humano a relacionarse con la Ciencia Ficción, no hace falta esperar demasiado para detectar la maravillosa conexión entre lo real y lo ficcional, lo cierto de lo probable, lo humano racional de lo imaginado y surreal… El entrelazamiento de la Ciencia y la Ciencia Ficción. Y para dar comienzo a esta fusión ciencia –ficción, ¿por qué no hablar de, por ejemplo, robótica? Si hemos llegado a un nivel de desarrollo en el cual no se puede asegurar que el autor de este escrito es, en efecto, un humano o una máquina…Los primeros esbozos de producción robótica primitiva, entendiéndola como la creación de entes virtuales o mecánicos artificiales, datan aproximadamente del Siglo IV A.C., con la materialización de las primeras máquinas autómatas, dedicadas a exonerar a los seres humanos de realizar ciertas tareas tediosas. Desde entonces, la humanidad ha contado con innumerables artífices de producción científica, quienes han diseñado, proyectado y concretado modelos de funcionamiento autónomos, algunos con éxito, otros relegados al olvido, algunos de ellos tomados de una idea previa y corregidos, otros producto de una intensa imaginación y ardua labor.
    Puede considerarse entonces el origen y desarrollo de la idea de la robótica un proceso remoto y constante en la historia de la Humanidad. Sin embargo, más remotos aún son los
testimonios escritos sobre artefactos que fuesen serviles a la raza humana y que actuaran por sí mismos. La Mitología Griega, antes que nadie, relata una leyenda en la cual Hefesto crea mujeres mecánicas de oro para ayudarlo en su fragua, capaces de llevar a cabo tareas muy complicadas,
puesto que las había hecho muy hábiles. A partir de estos relatos mitológicos, se puede observar una línea de producciones, de carácter científico - ficcional, que corre simultáneamente, incluso adelantándose a veces, a la línea de producción científica que desarrollan los expertos. Así, podemos mencionar, entre los cuantiosos personajes que han aportado a la producción de Ciencia Ficción, a Isaac Asimov, reconocido escritor, quien, entre otras destacadísimas participaciones en el desarrollo de la actividad científica, introdujo en la segunda mitad del siglo XX las bases que luego servirían de modelo para las futuras investigaciones en Ingeniería Genética, las denominadas “Leyes de la robótica”. Y existen desde luego muchos autores más, cada uno de ellos con su aporte a la posterior evolución de lo que constituiría la robótica actual.
    La robótica solo es uno de los tantos ejemplos en materia de campos de investigación
científica en la cual se ve reflejado cómo la Ciencia Ficción se ve involucrada en los procesos de producción concretos y divulgación científica. Estos elementos constituyen en sí tres niveles en los que se propicia la comunicación científica. La Ciencia Ficción es quizás uno de los más efectivos, por la simplicidad en la comprensión: permite abordar fácilmente y de una manera creativa, en distintos contextos, postulados que pueden ser en esencia complejos, aún a costa de la verosimilitud temática.



II. LA CIENCIA FICCIÓN COMO UNA VÍA EFECTIVA DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA.

    La Ciencia ficción difiere de la divulgación y publicación científica por ser un “arte” en sí misma, un género temático que, por medio de distintos vehículos, ya sea literatura, cine, revistas, o televisión, encuentra su llegada en todo tipo de contextos y audiencias.
Como temática narrativa, la Ciencia Ficción posee dos ventajas destacadas que la convierten en “especial”:
  
  Por un lado, permite formular suposiciones arriesgadas, reformular conceptos ya desarrollados, dar otra perspectiva a lo previo, cuestionar los impactos de la Tecnología sobre los modelos de sociedad actuales y la humanidad, revisar los impactos en la historia para ejercer críticas constructivas y así diseñar y proyectar a futuro soluciones propicias a la situación. Es la “Literatura de ideas”, basada en la formulación de la pregunta: “Qué sucedería si…?” frente a hipótesis prematuras en desarrollo o insustentables en cierto período histórico – temporal.
    Pero, por otra parte, la ciencia ficción ofrece unas posibilidades casi inagotables de  maravilla y admiración ante los nuevos mundos y seres, las nuevas culturas y civilizaciones, las nuevas posibilidades de la ciencia y de la tecnología, que nos abren los ojos de la imaginación a un nuevo universo que contemplamos anonadados, adentrándonos en lo impensable. Esta característica es la que la convierte a la Ciencia Ficción en una de las especies literarias más atractivas a la lectura, así como otros géneros que poseen la misma cualidad. Es por estas dos razones que la Ciencia Ficción pierde valor de simple relato ficcional para pasar a cumplir un rol activo en la divulgación de complejos procesos científicos, en un lenguaje llano, a veces coloquial, accesible en todo sentido.


III. LA RECIPROCIDAD ENTRE LA CIENCIA FICCIÓN, LAS SOCIEDADES Y LA CIENCIA.

    La Ciencia Ficción, hasta ahora, ha sido tratada como el vehículo más eficaz que tiene la
Ciencia en general para ser transmitida a las sociedades del mundo. Ahora bien, ¿Qué impacto tiene en las sociedades ver reflejadas aquellas suposiciones maravillosas, que en un principio se formularon sobre un sustento de cristal, o incluso imaginar que ciertas predicciones, tal vez un poco aterradoras, se vean concretadas en un futuro incierto? Tomemos como referencia obras de ciencia ficción como “La pradera” de Ray Bradbury, donde la casa inteligente devora a sus integrantes, o temáticas como la procreación humano - robot, como en el caso de “La semilla del demonio” de Dean Koontz; o incluso obras llevadas al cine como “Alien” o “Star Wars”, que si bien cruzan el plano de la ciencia ficción y se entremezclan con la fantasía, lanzan ciertas disparadores al espectador: ¿Qué tal si ciertas predicciones nefastas se concretan? ¿Las predicciones de la Ciencia Ficción pueden ser aplicables en la producción científica, de modo que ésta reconsidere, rectifique y reformule hipótesis y resultados?
    Las respuestas, claramente sean positivas o negativas, no se encuentran en las mismas obras, ni tampoco en la ciencia en sí misma. Lo que generan las preguntas son nuevos disparadores, no sólo utilizables para los propios escritores de ciencia ficción, sino también y principalmente para los protagonistas del día a día: los seres humanos, quienes se maravillarán o atemorizarán, o plantearán dudas respecto a la literatura de la cual se nutren, haciendo más que efectivo uno de los objetivos de la Ciencia, que es la divulgación.



IV. PREDICCIONES EN EL SIGLO XXI.
    Dado el estado de la Ciencia en la actualidad, con sus constantes avances a pasos agigantados, los autores de Ciencia Ficción pueden sentirse “libres” de crear, hacer y deshacer con temáticas de lo más estrafalarias.
    Ya hemos visto materializarse muchas de las ideas trabajadas por escritores famosos de Ciencia Ficción: se ha logrado construir robots de apariencia humana, tal y como Asimov lo anticipó en el siglo XX; se ha logrado evolucionar en materia de medios de transporte, de acuerdo a los viajes increíbles realizados por los personajes de las novelas de Julio Verne; se ha llegado incluso a concretar manipulaciones genéticas (tal y como lo describiría en 1896 H.G. Wells con “La Isla del Dr. Moreau), se logró globalizar al mundo a través del mundo virtual (Como lo anticipó Bioy Casares en “La invención de Morel”), y la lista puede proseguir con el paso del tiempo. No debe ser sorpresa entonces, para las sociedades futuras, ver aquello que hoy, en pleno siglo XXI se cree categóricamente imposible…¿Qué tal si, en un futuro no tan cercano pero tampoco tan distante, los científicos materialicen, por ejemplo, aquello que Einstein postuló en 1905, con el primer esbozo de la Teoría de la Relatividad? Aquello que Herbert. G. Wells presentó de manera atrapante, inquietante y sugerente en su novela “La máquina del tiempo”, aquello que hasta en los cómics y dibujos animados se ve atractivo, aquello que popularizó y estableció la televisión, con series de lo más estrafalarias pero basadas en producción científica teórica, como “Lost”, que ha trascendido las fronteras norteamericanas para convertirse en un suceso mundial.
    Una semana atrás los medios y el mundo entero estaban expectantes ante la desaparición completa de un avión y su tripulación; los seguidores más fervientes de la serie americana establecieron analogías entre este suceso, REAL, y el suceso que dio origen a la trama “FICTICIA” de Lost… En varios foros se ha comentado que los sucesos son similares…
¿Estaríamos, pues, en presencia de un fenómeno, previamente presentado por la Ciencia Ficción basada en Ciencia Teórica, que se haya “vuelto real”, aun siendo impensables las condiciones? Si esto llegase a ser cierto, ¿Acaso también no estaríamos ante un fenómeno de viajes en el tiempo? ¿Qué sucedería llegado el caso que se concretase la posibilidad de hacerlos? ¿Quiénes serían los “agraciados” que pudieran hacer uso de esto? ¿Cómo transcurriría la vida a partir de este descubrimiento? ¿Seríamos muy distintos de lo que somos ahora? ¿Seguiríamos existiendo en las mismas condiciones actuales?... ¿Seguiríamos
vivos?... Definitivamente los cuestionamientos son miles. Los disparadores son centenares.
    Las personas son millones, las hipótesis falsables, demasiadas. Las verdades universales, muy pocas…
    Por ahora.
    En conclusión, los autores de Ciencia Ficción asumen una gran responsabilidad, pues funcionan como un puente de conexión entre la Ciencia y la vida corriente. Quedará en manos de los lectores discernir lo humanamente posible y factible de desarrollar de manera formal, de aquello que simplemente responde a un deseo (o no) por parte de los “imaginadores por excelencia”: los escritores.


                                                                                                      © 2009, Lucila Albert.