lunes, 22 de diciembre de 2014

Cuestionario Cuenta Regresiva


 Santiago Oviedo 



Es argentino, escritor y creador de “NM“, revista dedicada a la difusión de la literatura fantástica, de terror y de ciencia ficción.

10-¿Recordás cuál fue el primer libro del género que te voló la cabeza?


Cántico por Leibowitz, creo. En mi adolescencia.

09- ¿Cuál fue la primera película de CF que viste en tu vida?


Forbidden planet, en "Sábados de superacción".

08- De los llamados subgéneros de la CF, ¿Cuál es de tu preferido? Por ejemplo: Espadas y Planetas, Steampunk, Post-Apocalíptico, Space Opera, Viajes en el tiempo, etc.


El postapocalíptico me cae bastante bien, especialmente si pensamos que estamos en lo pre-apocalíptico. Pero no le hago asco a ninguno de los otros, si está bien narrado.

07- Tenés la máquina del tiempo lista para poner en marcha, ¿a qué época o año?


Siglo III a.C. Islas Británicas durante la expansión céltica, para poder cazar jabalíes a cascotazos.

06- ¿Qué creés que ganó la CF y qué perdió desde su inicio a hoy?


Perdió inocencia y ganó en madurez.

05- ¿Qué dibujo, historieta o póster de CF influyó en tu amor al género?


La propaganda de Alien. El octavo pasajero.

04- ¿Qué autores creés que no están todavía valorados como corresponde?


En la Argentina, los autores nacionales, frente a cualquier escritor anglosajón de moda (y no hablemos si de algún clásico se trata).

03- ¿Te resulta paradójico aquellos críticos o autores del género que sólo critican la CF?


No leerán otra cosa, supongo. Ergo, no pueden entender lo que la CF realmente es.

02- ¿Qué le falta a la CF argentina?


Autoestima.

01- Nombrá a un autor de CF que nunca quisiste leer.


James Blish.

00 - ¿Existe Dios?


Tiene que existir. Si no, estaríamos diciendo que el Azar es dios. Alguien tiene que estar jugando con todas las piezas del Universo.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Un siglo de grandes invenciones: Bioy

Compartimos con ustedes el extraordinario artículo sobre el centenario de Bioy Casares que publicó en el diario Perfil Gonzalo Santos (autor de En las Escuelas y de la novela El Nudo Celta de la Calle Bioy Casares, amén de numerosos cuentos de género dispersos en revistas de papel y en publicaciones on-line) .


En el célebre prólogo a la Antología de la literatura fantástica, de 1965, Bioy Casares explicaba por qué, veinte años atrás, lo sedujo la literatura de género. En ese entonces (pero también después), acusaba a la literatura de moda y, en especial, a la novela psicológica, de “deficiencia de rigor en la construcción” o de “adolecer de una grave debilidad en la trama”, entre otras cosas, porque “los autores habían olvidado lo que podríamos llamar el propósito primordial de la profesión: contar cuentos”. La obsesión por delinear una psiquis con el mayor y más exasperante grado de verosimilitud los había alejado de aquello para lo que acaso están hechas las palabras: inventar historias y, con ello, inventar-se: devenir sujeto.

Además, la inmortalidad, la eternidad –y ese tipo de inquietudes “aristocráticas”–, no cabía en esa literatura. Bioy tenía que buscar algún género que le permitiera más libertad. Un terreno más propicio a la conjetura y la especulación sobre la condición humana. No tardó, pues, en adoptar la ciencia ficción, pero transgrediéndola, dándole un vuelco: poniendo el acento, no en una idea o tesis novedosa, como solía –y suele– suceder, sino en las relaciones humanas y en algunos problemas existenciales y universales. Prácticamente, toda su carrera ha estado ligada a ese género. Cuenta la leyenda que, cuando Horacio Moreno, presidente del Cacyf (Círculo Argentino de Ciencia Ficción y Fantasía), le dio el premio a la trayectoria en la década del 90, Bioy Casares, entre risas, le dijo: “Gracias, yo hace sesenta años que venía sospechando que hago ciencia ficción”.

Pero la ciencia ficción, en Bioy, tiene una particularidad: está preñada de fantástico, de ambigüedades, de vacilaciones, de hipótesis filosóficas o intuiciones sobre la naturaleza del signo. Por eso, entre otras cosas, sigue teniendo una vigencia abrumadora y escapa de la obsolescencia programada a la que parecen estar condenadas muchas obras del género. Dormir al sol (1973), más allá de la ingenuidad y precariedad de sus fundamentos científicos, continúa siendo una pieza maestra que sigue interpelando a cualquiera que haya tenido un conflicto de pareja. En La invención de Morel (1940), a la que Borges calificó de “perfecta” y de la que ya se hicieron cuatro versiones cinematográficas –lo que, por cierto, la transforma una de las novelas más adaptadas de la literatura nacional–, la ciencia es un pretexto para abordar temas como la inmortalidad, la trascendencia, la naturaleza del amor, en una textura entretejida con procedimientos típicos del género fantástico: la “imaginación razonada”, como en muchas otras de sus obras, irrumpe recién al final.

Sin embargo, hoy, más allá de sus obras, y con una “nueva narrativa argentina” (esa entelequia de la que sólo puede jactarse alguien como Elsa Drucaroff) cuyas historias, si las hay, no logran trascender el carácter anecdótico (en general, todo se reduce al estilo, al tono, a un juego inocuo de significantes, como si todos quisiesen ser Libertella, Lamborghini –Leónidas–, Fogwill o César Aira), su legado más importante tal vez sean esas dos palabras: “Contar cuentos”. Volver a la historia. Construir artefactos narrativos precisos como un mecanismo de relojería, sin excederse en el fetichismo –metalingüístico y literario– hacia sus piezas. Escribir para lectores, no para obtener el nihil obstat de tres o cuatro técnicos o autómatas entrenados para leer desde Ricoeur, Barthes o Theodor Adorno, o desde los sistemas y cartografías que han trazado nuestros críticos ilustres como Beatriz Sarlo, para quien Bioy, sin Borges, sin el centro Borges, no hubiese sido más que un autor del montón.

Como se sabe, durante años, o más bien décadas, se lo consideró un privilegiado: un terrateniente que dedica sus ratos a la lectura y la escritura antes bien que un escritor. Un aristócrata ocioso que practica el hedonismo en su estancia y que se desentiende de los males que aquejan al país. Que le da la espalda a la revolución cubana mientras otros, los escritores posta, los que no viven a la sombra de nadie, asisten a eventos internacionales del socialismo, se unen a las FAR, eligen el exilio o se sacan fotos con Fidel y se hacen un tiempo para ir a Berkeley a impartir cátedra sobre la responsabilidad política y el compromiso desde el que debe narrar el escritor latinoamericano.

Por suerte, en los últimos años hubo una creciente revalorización de la figura de Bioy, que se inició con el premio Cervantes y que continuó luego –“satelismo cultural” mediante, como diría Adolfo Prieto– en ambientes académicos. Sin embargo, todavía existe la sospecha o la sensación de que no tiene el reconocimiento que una obra como la suya se merece.

Llegando casi a los cien años de su nacimiento, Florencio Basavilbaso Bioy, uno de sus nietos, lo recuerda con nostalgia. “No he conocido a nadie con tantas ganas de vivir como Tata. Siempre viví con él hasta el último momento. Me podía quedar largas horas escuchando sus cuentos e historias. Teníamos una relación de mucho respeto y libertad. Nunca me retó ni me levantó la voz. Era una persona que me transmitía mucha paz y me enseñaba a ser buena persona. El decía que las personas inteligentes no hacían el mal. Me demostraba con pasión las cosas maravillosas de la vida, entre las cuales, obviamente, estaba la lectura. Los últimos libros que me recomendó fueron de Stendhal: Rojo y Negro y La cartuja de Parma”.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Cuestionario Cuenta Regresiva

Sergio Salgueiro



Responde hoy el cuestionario Sergio Salgueiro, mítico editor (y excelente guionista) de Fan Ediciones. Gestora de libros enfocados en el cine y el fantástico. Entre las gemas impresas por Sergio se cuentan:  Argentinos... a vencer! de Juan Simeran, 10.000 formas de morir de Alex Cox, Cult People 1 y 2 de Nicanor Loreti, Buenos Vampiros, y un largo etc. Les dejamos su página Facebook para que la visiten en busca de más información: https://www.facebook.com/fan.ediciones

10-¿Recordás cuál fue el primer libro del género que te voló la cabeza?

Es difícil recordar, se leía mucha CF en casa cuando yo era pre-adolescente. Fundación, de Asimov, posiblemente fue uno de los primeros.

09- ¿Cuál fue la primera película de CF que viste en tu vida?

En Sábados de Súper Acción habré visto miles, pero que yo recuerde en el cine fui a ver una de los daleks, "Invasión a la Tierra", fue el mismo año del estreno de Star Wars y yo tendría 6 o 7 años. Como la película me asustó mucho, ¡mis viejos no me llevaron a ver la de Lucas...! 

08- De los llamados subgéneros de la CF, ¿Cuál es de tu preferido? Por ejemplo: Espadas y Planetas, Steampunk, Post-Apocalíptico, Space Opera, Viajes en el tiempo, etc.

Post-Apocalíptico y Viajes en el tiempo 

07- Tenés la máquina del tiempo lista para poner en marcha, ¿a qué época o año?

¡Edad Media! O a conocer a los egipcios 

06- ¿Qué creés que ganó la CF y qué perdió desde su inicio a hoy?

Se ganó en cuanto al cuidado del detalle científico, verosimilitud y seriedad. Se perdió en diversión y aventura. 

05- ¿Qué dibujo, historieta o póster de CF influyó en tu amor al género?

Miles, El Eternauta, los poster de space-opera de Star Wars, Galáctica, Flash Gordon... Las historietas de revistas como "El Tony": Mark, Gilgamesh... 

04- ¿Qué autores creés que no están todavía valorados como corresponde?

NS/NC 

03- ¿Te resulta paradójico aquellos críticos o autores del género que sólo critican la CF? 

No, es razonable 

02- ¿Qué le falta a la CF argentina? 

Desde los medios/empresas, apoyo y confianza en los productos. En el fandom, más agite. 

01- Nombrá a un autor de CF que nunca quisiste leer.

No le hago asco a nada

0- ¿Existe Dios? 

Me temo que no, lo siento.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Recomendaciones de diciembre

Recalcamos dos lanzamientos recién salidos del horno, que todo amante del género debe albergar en los anaqueles de su biblioteca.


 El nombre de Héctor Germán Oesterheld está asociado de forma indisoluble al mundo de la historieta, y en particular a El eternauta, considerada por muchos la mejor obra ciencia ficción escrita en la Argentina. Pero Oesterheld fue además un autor prolífico: entre sus creaciones se destacan numerosos relatos de ciencia ficción, muchos de ellos inéditos u olvidados.

Mariano Chinelli y Martín Hadis emprendieron una minuciosa tarea de investigación y recopilación. Buscando –con la autorización de la familia- entre los papeles personales de Oesterheld, revisando revistas hoy míticas y rastreando toda clase de fuentes, lograron reunir esta antología, concretando así un antiguo anhelo que había quedado trunco por los avatares de la vida y la desaparición forzada de este notable escritor.


Recurriendo a palabras del mismo Oesterheld, este libro abarca una gama muy amplia dentro de la ciencia ficción: del lirismo filosófico de “El Diosero” al disloque del “Inocente Maquiavelo”, de la humanidad de “Dos Muertes”, a la aventura de “Paria espacial” y el suspenso de “Paraíso”. Ninguno de los cuentos está incluido porque sí. Todos tienen un trasfondo alegórico, todos tratan de decir algo, de un modo humano y "nuestro” (en el sentido de argentino, no folklórico) que no es el de Bradbury, ni el de Arthur Clarke, ni el de Calvino ni el de ningún otro grande. Solamente eso: nuestro. (fuente aquí).



Este ensayo está dedicado a analizar la producción fantástica y de terror de Raimunda Torres y Quiroga, escritora argentina que, utilizando diversos seudónimos, publicó sus textos en periódicos y revistas literarias del siglo XIX, compilándolos posteriormente en formato de libro. Sus textos fantásticos se caracterizan por su defensa de la mujer frente a la violencia masculina, presentando con frecuencia venganzas de ultratumba. Hasta el presente ensayo, era una autora desconocida por la crítica literaria. Selección e investigación de Carlos Abraham, editado por Tren en Movimiento Ediciones

lunes, 8 de diciembre de 2014

Cuestionario Cuenta Regresiva

 PABLO MARTÍNEZ BURKETT



Nació en 1965 en Santa Fe (Argentina). Es abogado (Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe) y Magíster en Derecho Empresario (Universidad Austral, Buenos Aires). Tiene otros estudios de postgrado en universidades del país y el extranjero. Es profesor de Derecho en diversas universidades. Es autor de los libros de relatos Forjador de penumbras (2011, 1º Premio Mundos en Tinieblas 2010) y Los ojos de la divinidad (Muerde Muertos, 2013, Premiado por el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias). Forjador de Penumbras acaba de ser reeditado por Eriginal Books de Miami, Fl. (USA) y presentado en la Miami Fair Book International para todo el mercado hispanoparlante. Ha participado en numerosas antologías. Las dos últimas "El libro de los Muertos Vivos-Cuentos de Zombies" (LEA, 2013) y "Buenos Aires Próxima-Antología Fantástica" (Ediciones Ayarmanot, 2014). Escribe para revista, diarios y portales del país y el extranjero. También ha escrito aperturas para diversos programas de Radio América. Ha recibido premios en una docena de concursos literarios. Está preparando un libro que reúne sus ensayos sobre Borges y Cervantes y las novelas “Pozo del Diablo” y “El regreso del Uñudo” así como el folletín por entregas “El retorno de la crisálida”. Su blog www.eleclipsedegyllenedraken.blogspot.com

10-¿Recordás cuál fue el primer libro del género que te voló la cabeza?

Siempre fui de leer muchísimo. Y de chico, más. Entonces tengo un magma felicísimo donde se entremezclan Salgari, Julio Verne y H. G. Wells. Tomaba por asalto la biblioteca de mi colegio y arrasaba con todo lo que hubiera de esos autores. Desde entonces, “La guerra de los mundos”, “La máquina del tiempo” y “La isla del Dr. Moreau” me hostigan con notable persistencia. Tanto como “Viaje al centro de la Tierra”, “20.000 leguas de viaje submarino” y “Ante la bandera”. Para hacer un censo corto baste decir que me crié leyendo las dos vertientes decimonónicas de la imaginación razonada. Un poco más grande, cayó en mis manos “El hacedor de estrellas” de Olaf Stapledon y ya nunca me fui de allí.

09- ¿Cuál fue la primera película de CF que viste en tu vida?

No recuerdo el orden de prelación, pero sí tres que me inquietaron mucho: “El día que paralizaron la Tierra”, “El planeta prohibido” y “La mosca” (la ví a 10 años y soñé muchas noches con ese horror primero). Pero como tengo la edad que tengo (50 añitos el próximo abril), desearía agregar algunas series de televisión: “Perdidos en el espacio” y particularmente, “Viaje a las estrellas”, en cuyo fanatismo insobornable aún permanezco. Y luego: “Ovni” y “Cosmos 1999”, ambas de Gerry Anderson.

08- De los llamados subgéneros de la CF, ¿Cuál es de tu preferido? Por ejemplo: Espadas y Planetas, Steampunk, Post-Apocalíptico, Space Opera, Viajes en el tiempo, etc.

Me fascina la física cuántica (o lo que puedo entender de…) de modo que me gustan mucho las historias que proponen un multiuniverso, una anomalía en la continuidad espacio-tiempo o bifurcaciones existenciales. Uno creció viendo space opera y con el steampunk, enseguida evoco el Nautilus del Capitán Nemo y entonces me da mucha felicidad. Pero si tuviera que quedarme con uno sería el post-apocalíptico. Creo que un planeta arrasado por el holocausto nuclear (o climático) presenta mayores posibilidades narrativas, porque deben hacerse nuevas todas las cosas y por ende, puede hospedar a los demás subgéneros.

07- Tenés la máquina del tiempo lista para poner en marcha, ¿a qué época o año?

No tengo duda alguna porque es una de mis fantasías recurrentes y tiene lugar en algún día de principios de noviembre de 1519 cuando los hombres de la expedición de Hernán Cortes, unos cientos de españoles y unos cuantos miles de “indios”, aventurándose por selvas, montañas y volcanes (y unas cuantas matanzas sistemáticas), contemplan maravillados, allá abajo, entre brumas y marismas a la fabulosa ciudad de Tenochtitlan, rodeada de otras tantas ciudades igualmente asombrosas. Y la fuente de esta obsesión mía es literaria. Dice Bernal Díaz del Castillo: “Al ver tantas ciudades y pueblos construidos en el agua, y otras poblaciones en tierra firme, nos quedamos admirados. Hubo quienes pensaron que se trataba de un hechizo, como los que se narran en el libro de Amadís, pues había grandes torres, templos y pirámides erigidos en el agua. Otros se preguntaban si todo eso no sería un sueño”. Debo haber tenido unos 16 años cuando lo leí y Bernal, sin saberlo, inauguraba mi culto por la realidad oscilante.

06- ¿Qué creés que ganó la CF y qué perdió desde su inicio a hoy?

No sé sí perdió, pero creo que la ciencia le fue recortando terreno a la fantasía. Para ilustrar esta afirmación me auxilio con tres hechos escogidos al azar (pero que son de público y notorio): i. En los 90’ se vendían teléfonos celulares flip open que emulaban los comunicadores de Viaje a las Estrellas; ii. Con silenciosa orfebrería se está construyendo una estación orbital y iii. Días atrás, hemos empardado un satélite con la carrera de un cometa y una sonda descendió sobre la superficie del bólido. En suma, lo que quiero demostrar es que vivimos en un mundo que hasta no hace mucho pertenecía a la ciencia ficción. En este entendimiento, edificar relatos de fantasía anticipatoria me parece que resulta más arduo porque, de alguna manera, el futuro que auguraban las novelitas pulp está instalado hace rato.

05- ¿Qué dibujo, historieta o póster de CF influyó en tu amor al género?

¡Qué bien dicho: amor al género! Es así. Y mi amor está muy influenciado por Mark, una historieta que a partir de 1977 apareció en la revista El Tony de Editorial Columba. Con texto de Robin Wood y dibujos de Ricardo Villagrán narraba las peripecias post-apocalípticas de dos guerreros solitarios: Mark y Hawk que enfrentaban a los Mutantes, los Destructores, las Amazonas y todo un catálogo de supervillanos. De más grande me avivé que estaba, digamos…, inspirada en “I am Legend” de Richard Matheson, pero ya el virus estaba bien inoculado.

04- ¿Qué autores creés que no están todavía valorados como corresponde?

La valoración siempre será una cuestión subjetiva, aunque la sumatoria de ponderaciones arroje un consenso, siempre arbitrario. Y el “como corresponde” me remite al “suyo de cada cual” (el suum cuique de la definición de justicia que ya enunciaban los romanos), pretensión que, si bien es legítima, puede envenenar el alma por esperar lo que no llega, acrecentando la producción de viudas del éxito que pululan por un sistema que de justo, nada. Tampoco me fío mucho del onanismo ucrónico: “si tal o cual hubiera nacido en USA/Inglaterra/España sería best-seller” (haciendo trampas con el vidrioso concepto de best-seller = valorado). Pero para no escurrirle el bulto a la pregunta, aunque no tengo la dicha de conocerlo personalmente (ni creo que siquiera sospeche de mi existencia), a mí me gustaría muchísimo que Carlos Gardini fuera el más famoso del mundo mundial. Mis colegas de la Revista Próxima son también dignos de abundante lectura allende el Río de la Plata y la mar oceána. Pero para gustos, los helados, como decía mi abuela.

03- ¿Te resulta paradójico aquellos críticos o autores del género que sólo critican la CF?

La respuesta cómoda es: sí, por supuesto. Sin embargo, me parece que en ambas riberas (críticos y criticados) hay mucho de narcisismo mal resuelto tanto como un ninguneo facilista: “este escribe sobre plato voladores porque no le da el balero para escribir cosas serias”. Y así nos va.

02- ¿Qué le falta a la CF argentina?

Dejar de mirarse el ombligo y creer más en la inmensa capacidad de sus autores. Es cierto que la exigencia joligudense te deja exhausto y que con un mecenazgo fornido todo iría mejor. Pero es lo que hay, es lo que tenemos, es el lugar en el mundo donde nos tocó estar. Creo que, aún desde estas pampas australes, le podemos dar nuestra impronta al género, cada cual jugando en su potrero, pero aliados para salir a la cancha grande, algunos como delantero, otros como arquero, otros como aguatero suplente; los más, alentando desde el tablón. Pero aliados. 

01- Nombrá a un autor de CF que nunca quisiste leer.

No tengo. Soy muy hedónico y consecuentemente, errático en mis preferencias. Como carezco de otra formación que no sea mis lecturas, busco aprender todo el tiempo.

00 - ¿Existe Dios?

Yo creo que sí. Adhiero al catolicismo. La más de las veces, creo en el Dios de la tradición judeo-cristiana, las menos; derivo hacia un Dios spinoziano. Y como todos somos aquel rabino de Praga que engendró un Golem, cuando algún crimen, genocidio o aberración humana hace que me pregunte “¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía?” me cobijo en la apuesta de Pascal. Y sigo creyendo.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Encuentro épico de los escritores de E.L.F.A (el domingo 07/12)

 

El escritor Claudio Díaz nos hizo llegar la siguiente invitación:

El domingo 07/12 los escritores de E.L.F.A realizaremos un Picnic Fantástico y Literario. Somos seis autores/autoeditores con sus respectivos libros de fantasía que van desde la sword and sorcery a la épica tolkeniana, pasando por diversas vertientes del fantástico. Nuestra páguna facebook es ésta
El encuentro es en la zona de Plaza Francia. Están todos invitados, pueden traer también sus obras para compartir e intercambiar, nos gustaría que este evento sirva para conocernos y fomentar lazos entre nuestros grupos.

  Les pedimos, si es posible, que difundan este evento, para que podamos demostrar que este género tiene realmente una gran cantidad de seguidores y sobre todo que hay obras nacionales esperándolos.
 ¡¡¡Mil gracias!!!

Un abrazo grande y los esperamos.
Claudio Díaz, en representación de E.L.F.A. 

Autores y lectores se darán cita a cielo abierto, para compartir una tarde amena de lectura y cosas ricas. 
Estaremos frente al Cementerio de la Recoleta en el parque con nuestra manta, entre las calles Guido y Quintana.
Llevaremos por supuesto ejemplares de todas las sagas de ELFA :)
No olvidar llevar algo para compartir y muchísimas ganas de charlar sobre literatura fantástica!
¡Los esperamos! 
Fercha Bertonatti Vanesa O´TooleMariana Di AcquaDaniela LeafHeartClaudio Diaz
pd/ si llueve, nos trasladamos al shopping, que queda a dos cuadras. =)

martes, 2 de diciembre de 2014

Cuestionario Cuenta Regresiva


Entrevistado: Ricardo Giorno



Ricardo Germán Giorno nació en 1952 en el barrio de Nuñez, ciudad de Buenos Aires. Su obra se inscribe dentro de los géneros fantástico y ciencia ficción. Pertenece al Círculo de la Abadía de Carfax, un grupo conformado por escritores algentinos de fantasía oscura, que va por su cuarto libro editado. Publicó en sitios web tales como NGC 3660, Aurora Bitzine, Axxón, La Idea Fija, NM, Alfa Eridiani. Su cuento "Pulsante" integra la antología Desde el Taller, ediciones Desde la Gente. De la misma editorial, “Títeres sin hilos” se publicó en Grageas. Además la Editorial Alunni editó su libro Subyacente inesperado y otros cuentos. Revista Próxima publicó sus cuentos “Robopsiquiatra 10.203.911” y “El loco de la colina”. 

10-¿Recordás cuál fue el primer libro del género que te voló la cabeza?

La serie Fundación

09- ¿Cuál fue la primera película de CF que viste en tu vida?

El nombre no me acuerdo. Fue antes del ’63. Unos astronautas bien pintones y excelentemente maquillados viajaron a Marte. En aquella prehistoria me mató el final: una especie de hormiga les decía a los sobrevivientes que ya había de ellos infiltrados en la Tierra. Que no se preocupasen, y que gocen lo que les quedaba de vida, que pronto serían exterminados o tomados como esclavos. Je, yo era un pibe, te imaginás que hasta soñé con eso.

08- De los llamados subgéneros de la CF, ¿Cuál es de tu preferido? Por ejemplo: Espadas y Planetas, Steampunk, Post-Apocalíptico, Space Opera, Viajes en el tiempo, etc.

Y, es difícil elegir. Primero, tiene que estar bien escrito. Bien escrito no por la parte ortográfica y/o sintáctica. Bien escrito por el desarrollo. La forma de contar lo es todo, absolutamente todo. Fijate esto: un grupo escaso de seguidores monárquicos realiza una revolución con fines satisfactorios. Esto que dicho así suena como una patada en la entrepierna, es nada más y nada menos que Star Wars.
En la época que leía para Axxón (enorme revista), me llegaban ideas excelentes, buenísimas: el 99,99 % naufragaba sin remedio. Y todos tenían el mismo defecto: mandaban la idea de una, sin desarrollar. Escribían de la nefasta manera que yo llamo “modo resúmen”.

Así que a mí me gustan todos los subgéneros.

07- Tenés la máquina del tiempo lista para poner en marcha, ¿a qué época o año?

Yo me iría directo a ver a Cristo. Dejando de lado si soy a no creyente, el chabón cambió la historia de la humanidad como ningún otro.

06- ¿Qué creés que ganó la CF y qué perdió desde su inicio a hoy?

Perdió frescura, asombro. Ganó introspección, madurez.

05- ¿Qué dibujo, historieta o póster de CF influyó en tu amor al género?

El poster de Raquel Welch en “Hace un millón de años” fue muy inspirador, por cierto.

04- ¿Qué autores creés que no están todavía valorados como corresponde?

Salvo Carlos Gardini, todos los hispanoparlantes. Sin ir más lejos, tipeá en google “autores de CF”, y en los rankings te van a aparecer todos de lengua inglesa. Y las listas son hechas por gente de acá.

03 ¿Te resulta paradójico aquellos críticos o autores del género que sólo critican la CF?

Paradójico es una palabra suave. Yo diría otras. Y muchas de ellas serían en muy buen lunfardo.

02- ¿Qué le falta a la CF argentina?

Alguien que le sobre el dinero y lo quiera invertir. Dinero en grande. Vuelvo a mi lectura para Axxón: hay excelentes valores que tienen escasa o nula difusión.

01- Nombrá a un autor de CF que nunca quisiste leer.

Clifford D. Simak. No me preguntes la razón.

0- ¿Existe Dios?

Existe Algo.