¿ES ESTE EL FIN DE LA RAZA HUMANA A MANOS DE LAS MÁQUINAS?

Por Félix Marinelli (Alfredo J. Grassi)

Recientemente, el reconocido físico británico Stephen Hawking, tal vez la mente más brillante de las últimas décadas, ha realizado unas polémicas declaraciones en las cuales asegura nada menos que las máquinas "podrían llegar tomar el control" en 100 años. Así lo ha expresado durante el transcurso del festival Zeitgeist 2015, que se ha celebrado en Londres.

    Evidentemente se trata de una declaración muy controversial. Mientras se desarrollaba el mencionado encuentro cultural, el científico advirtió sobre los peligros del crecimiento desmesurado de la Inteligencia Artificial, que podría llegar a descarrilarse y salirse de control en 100 años. Esto, que parece una fantasìa desenfrenada salida de YO, ROBOT, la novela de Isaac Asimov, tiene sus visos de realidad en boca de una autoridad como Hawking. Durante la conferencia, explicó que la máquina "podría llegar a tomar el control" en un siglo. Asimismo, Hawking destacó que, durante el próximo siglo, la existencia de la raza humana podría verse amenazada por las máquinas. Como era de esperar, las declaraciones del físico levantaron una polvareda, y fue más específico alegando que en los próximos 100 años las máquinas superarán la inteligencia de los humanos, y no sólo eso, sino que serían capaces de rediseñarse y se revelarían contra sus creadores. Y esto me trae a la memoria viejas novelas de Ciencia Ficción como la ya mencionada de Asimov, WE THE MACHINE de Gerald Vance o LA VIRGEN DE HIERRO, de C. H. Thames (publicada entre nosotros en 2007 en la revista PISTAS DEL ESPACIO). En castellano, una colosal novela de Law Space (E. Sánchez Pascual) titulada LA TIRANÍA DE LOS ROBOTS recoge estos mismos temores. Y pensar que muchos críticos avezados y prestigiosos nombres de la literatura se han reído de estas obras.

 

  Hawking se refirió directamente a las máquinas y los robots expresando que "cuando esto suceda, necesitaremos asegurarnos de que ellos tienen objetivos e ideas similares a los nuestros". Además, añadió que la responsabilidad de la científicos, y de la humanidad en general, es garantizar que las máquinas no crezcan más allá de nuestro control.

    Esta no es la primera vez que el científico se refiere al tema en estos términos. Anteriormente ya había realizado unas declaraciones en las que explicaba que la humanidad se hallaba amenazada y que incluso, podría llegar el fin de su existencia de esta manera. "El fin de la raza humana llegará cuando los sistemas artificiales superen la inteligencia de las personas. Podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos", sentenció en forma terminante. Y si tenemos en cuenta el crecimiento acelerado de las inteligencias artificiales y el aparente lento declive del intelecto humano, esto no estaría lejos.

   

Cuando los de mi generación éramos chicos, en los años ’30 y ‘40, estos temas parecían poco menos que locuras. Karel Kapek creó su obra cumbre RUR, en la que acuñó el término “robot” para las generaciones futuras y en la que una rebelión robótica asolaba al mundo. Poco después comenzaron a llegar las narraciones de las revistas pulp en donde se planteaba la misma y atemorizante circunstancia. Pero lentamente, de a poco, esta temática fue siendo objeto de burla por parte de los críticos, los académicos y los sectores mas serios de la sociedad y la literatura, hasta desdibujar el tema de la rebelión robótica y subordinarlo con desdén a algo poco menos que una chiquilinada. Hoy, soy octogenario y asisto a este tipo de polémica en el terreno más serio, cuando los teléfonos celulares, las máquinas automáticas y las computadoras son una realidad palpable hasta en el hogar más humilde. Y me pregunto dónde están todos aquellos críticos y grandes nombres que hasta no hace muchos años se reían y tomaban en broma novelas como las que he mencionado anteriormente y sobre todo a los escritores de Ciencia Ficción, tildándolos de extravagantes, infantiles y exagerados. Me pregunto si hoy seguirán riéndose.

Felix Marinelli, seudónimo de  un viejo aficionado a la Ciencia Ficción con una carrera silenciosa pero larga. Comenzó con sus primeros trabajos –cuentos y notas– publicados en 1946 en la revista CENTURIA. Desde allí su producción narrativa se extendió trabajando para distintas editoriales como Bois, Columba, Acme, Record, etc. convirtiéndose no solo en autor, sino en guionista de historietas, articulista y periodista paralelamente a su trabajo como oficinista. En 2014, coincidiendo con el renacimiento de la vieja editorial Centuria, fue convocado y se convirtió en el director de una revista de cuentos de fantasía científica en su veta más aventurera: VIAJE AL FUTURO.