jueves, 26 de noviembre de 2015

Benjamín Liendro: El contador que se volvió cuentista



Benjamín Liendro acaba de ganar el concurso Chibán de narrativa, organizado por la unas (Universidad de Salta). Esta entrevista que reproducimos de LA GACETA permite conocer a uno de los escritores con mayor futuro de la provincia de Salta, que ha elegido la Ciencia Ficción como medio de expresión. En esta entrevista Benjamín habla sobre la nueva narrativa salteña, sobre los formatos de cuento y novela, sobre la actualidad y la Ciencia Ficción.

Con el cuento “Guerra Mundial Y” Darío Benjamín Liendro acaba de ganar el primer premio del concurso Alicia Chibán, organizado por la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta. El premio no hace más que confirmar el ascenso de un escritor que ha dejado hace rato de ser promesa: desde la revista Sonámbula, Liendro ya ha publicado textos con técnicas narrativas modernas, y que retratan la contemporaneidad de la provincia.
    El galardón, entregado por Lucila Lastero, Fernanda Agüero y Hernán Sosa como jurados, fue, además, una excusa para que LA GACETA realice esta entrevista.


Nueva narrativa salteña

Antes de que se encienda el grabador, Liendro cuenta, como al pasar, que estudiaba en la Facultad de Economía. Que iba a ser contador. Hasta que, en algún momento, decidió poner todas las fichas a la literatura y a escribir cuentos. El posible contador devino, así, en cuentista. La calidad de sus textos se puede constatar en distintos números de la revista Sonámbula, pero de alguna manera el premio confirma lo que los lectores más atentos ya habían notado.

-Hace un tiempo, un ex integrante de la revista Sonámbula dijo que la carrera de Letras perjudicaba a los poetas. ¿Te sirvió a vos en algo como escritor estudiar esta carrera?

-Te ayuda y te desayuda. Depende de vos. Te ayuda porque te da teoría, ideas, te da más lecturas, cosas a las que quizá no hubieras accedido y después te perjudica porque te pone muchos corsés, las teorías de constriñen mucho a la hora de escribir. Además está la angustia de las de las influencias: a veces vos querés escribir algo y decís para qué escribir si ya hubo cientos que lo hicieron antes y mejor, entonces uno siente que lo que hace no vale nada al lado de otros. 

-¿Cómo se dio en vos el paso del lector al escritor?

Creo que es la necesidad de comunicar algo. Me da la sensación, ahora, que los escritores son personas muy solitarias, sobre todo los novelistas. Pueden tener muchos amigos, se pueden juntar, pero siempre tienen alguna cosa guardada adentro, que no la pueden sacar con otras personas. No es que tengan un trauma psicológico ni nada, simplemente es como una pulsión, algo que querés contar y no sabés cómo. Creo que ahí comienza el paso del lector al escritor. En el medio hay mayor o menor fantasía, más o menos comunicación con los sentimientos

-¿Cómo llegaste a la revista Sonámbula?

-Llegué cuando ya estaba andando, en el tercer número, de la mano de Beto, que era compañero mío. Y ahí los conocía a Rafael Caro y a Alejandro Chiri. Después se fue Beto, también César Martínez y quedamos Rafael, Alejandro y yo, así que ahí gané un cacho más de protagonismo, antes yo sólo estaba para aportar textos, no para opinar sobre la revista.
    La revista sigue viva, agonizando como siempre. Con la revista hubo como un crecimiento, los primeros número son una berreteada, pero todo fue mejorando y con el número diez dimos un giro cualitativo.

-¿Tenés planificado un libro de cuentos? ¿Novela?

-Lo que pasa es que mis cuentos son largos. Este cuento que escribí para el concurso en realidad era más largo. Y para este con curso lo corté. Me gustaría encontrar una idea que sea novelable, que se preste para el desarrollo de historias paralelas. 

-¿Qué te gustaría leer en Salta y no encontrás?

-Sé que Rafael (Caro) está escribiendo una novela, que está buenísima para mí, yo se la estoy corrigiendo, en realidad es un cuento largo o novela corta. Es una novela de Ciencia Ficción, una parodia de todas las cosas que se dicen en Salta, una especie de parodia de las momoias de Llullaillaco, y por momentos parece una novela policial, por momentos Ciencia Ficción, no le encontrás forma, pero me parece que está muy buena. Me gustaría leer cosas de este estilo, cosas de Ciencia Ficción, más situadas en la contemporaneidad. Y si son temas viejos que le den otro tratamiento.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo Llullaillaco. Fue como un boom en su momento y salió la novela de Belén Alemán, salió la de José Agüero Molina también. Es un tema al que me gustaría que le busquen la vuelta de hacer algo distinto. Sé que no es fácil escribir 200 páginas, pero yo siento que me gustaría leer algo más gracioso, más ágil, más arriesgado, porque es como que tienen una fórmula hecha. Poner ingredientes de la novela hispanoamericana, un poco de heterogeneidad cultural, un poco de prosa poética por acá, un poco de experiencia personal, un poco de crónica, la momia, el inca, la Pachamama y sale más o menos. Capaz que están buenas, la de Agüero no la leí, la de Belén Alemán la estoy leyendo y está, no es lo mejor que se escribió en Salta, pero está, zafa.


-¿Qué escritores te influyeron?

-Los voy cambiando cada dos por tres. Te digo los de este momento: “Niveles de vida”, de Julian Barnes, (a quien reescribí, creo que soy un reescritor) “Plataforma” de Michel Houellebecq, lo que llegué a leer d Memoria de Ben Clark. Cuentos, no sé, fuera de esos tres nos é si tengo…. La poesía de Michel Houellebecq. Pero creo que ese libro sale como 535 pesos, porque es importado. También Stephen Done, poeta norteamericano.

-¿Cómo ves la literatura salteña en este momento?

-Creo que está en un momento en que puede haber un cambio, un giro; si los planetas se alinean esto despega y se va a poner un buen mercado, una buena situación para la literatura. Ponéle Jacob Regen es un gran poeta, y debe haber vendido 300 libros. Y actualmente no la está pasando bien, ni es rico, ni su obra se ha difundido… creo que no ha alcanzado el reconocimiento que realmente se merecía como poeta. Aparicio medianamente lo tuvo. Pero no es conocido al lado de otros nombres que por estar en Buenos Aires se los lee más y tienen mayor aparato de marqueting. Creo que ese salto se puede dar ahora. ♦

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